1.-
En el Teatro Blanquita es una tradición el nivel de exigencia del público. Los malos chistes se abuchean, igual las malas interpretaciones musicales. Rechifla recibe el artista que aprovechándose del escenario quiere quedar bien de forma evidente con el gobierno o los empresarios. Los chiflidos y abucheos califican la mala calidad de un comedian-te o actor, lambiscón en su caso que oculta su verdadero pensamiento.

2.-
En televisión, el pulgar del César es propiedad del espectador. Lo tiene en su control remoto y lo hace mirar al cielo o al infierno a cada momento. Sólo lo que llama la atención del televidente, frena su cruel actitud de cambiar de canal sin dar tiempo mínimo a productores, conductores, escritores, directores y artistas de demostrar que están poniendo en pantalla algo que vale la pena mirar. Con el cine el pulgar del César es más cruel todavía. La decisión de pagar o no la taquilla responde a un reflejo de un hábito muy aprendido: si es cine de Hollywood, sí. Las películas mexicanas, a veces. Chinas, colombianas, africanas, checas o rusas reciben muchos pulgares que mandan al infierno.

3.-
Todo un misterio resulta ser el por qué la audiencia decide ver o no un programa de televisión o una película, colocar el pulgar hacia abajo o hacia arriba. Hay quienes hacen grandes esfuerzos y definitivamente no encantan al espectador. Ejemplos sobran, incluso de grandes autores que casi nunca fallan.

4.-
Uno de los factores que siempre está sobre la mesa para que una producción consiga cautivar a la audiencia, es la calidad técnica de la imagen y el sonido. Se pueden seguir una serie de reglas que ayudan mucho a sumar público. Por supuesto, si además el contenido es atractivo y le acompañan una buena dirección, actores que encarnen bien a sus personajes, edición con ritmo, postproducción espectaular, música que llegue al corazón y una historia conmovedora, entonces es muy posible que el rating y la taquilla se hagan presentes.

5.-
Por lo que toca a la calidad técnica de imagen y sonido, que es lo que me concierne en este espacio, es indispensable seguir el camino que asegure resultados.

6.-
Para empezar, jamás hay que olvidar la máxima de José Antonio Fernández que dice: si ya conseguiste poner en escena a Richard Burton, Elizabeth Taylor y las pirámides de Egipto, filma con una buena cámara para que luzca tu producción.

7.-
Sin duda, la cámara es el punto de partida de cualquier producción. Y como hoy en día existen demasiadas cámaras en el mercado, el profesional debe considerar que hay una cámara que seguramente está hecha para el fin que la quiere utilizar. Cada fabricante y distribuidor se esmeran por dar al profesional la cámara que más se acerca a sus objetivos.

8.-
Bien haremos al no olvidar que hay una cámara para cada tipo de producción. Explico este punto con absoluta claridad porque es extraordinariamente importante, es el alma de este artículo:

No necesariamente
debe usarse la cámara que consigue
la máxima calidad
para hacer cualquier producción.

Es curioso, pero hoy en día
cada género de producción tiene su rostro.

Por ejemplo:

una telenovela no debe tener
la textura de una película,
como una película
de ninguna manera debe proyectar
la misma calidad que un infomercial. Sería un gran pecado.

9.-
Uno de los problemas más graves de algunas series de televisión, es que quieren parecerse en calidad a las películas, y ahí fallan porque están intentando parecer lo que no son. Confunden al auditorio. Las nuevas tecnología ofrecen texturas para que seleccionen los productores justamente lo que desean proyectar en pantalla. Si se trata de un partido de béisbol en vivo , la calidad de imagen, la textura-sensación debe corresponder a la de un partido de béisbol en vivo. Lo mismo sucede con el resto de los géneros: un reality show también debe hacer sentir al espectador que está viendo un espectáculo en vivo o que fue en vivo, mientras que un reportaje de noticias debe dar esa sensación de haberse grabado no con las mejores condiciones pero sí en el momento exacto de la noticia, por eso se le perdonan sin problema ciertos defectos de calidad de imagen.

10.-
Los defectos de imagen llegan a dar veracidad a los reportajes de noticias.
Ejemplos: lente con gotas de agua, un manejo de cámara tropezado o con encuadres imprecisos, movimiento de cámara al momento de llegar a la noticia, dificultad para seguir la noticia cuando se trata de una guerra o una explosión, iluminación castigada y un sentimiento general de que no fue cómodo grabar la noticia. A las imágenes de noticias se les perdona todo, menos perder la imagen de la noticia.

11.-
La máxima calidad de pantalla hoy la tienen a la mano productores, fótógrafos y directores. La pelea hoy no es por obtener la máxima calidad posible: la decisión es qué tipo de calidad se quiere poner en pantalla para que el público comprenda qué género de contenido está viendo y en consecuencia decida quedarse.

12.-
Históricamente existe toda una construcción de estilo de imagen de los contenidos audiovisuales. Sin duda se puede innovar, lo que no necesariamente significa abandonar el estilo del género. De nuevo pongo como ejemplo las telenovelas: son evidentes en el momento que aparecen en pantalla, tanto como lo son los deportes. Quien ve fútbol sabe que no está mirando béisbol. Así sucede con las telenovelas, su imagen de golpe es inconfundible para la audiencia, al igual que lo es la imagen de las exitosísimas comedias de situación norteamericanas, como Friends. La audiencia que ve Friends sabe que es una comedia de situación, como lo fue Lucy, la reina máxima del género, o El Show de Dick Van Dyke y como lo es Dos hombres y medio. El público sabe que en esos programas la calidad es justamente la que mira, no más, y así la acepta.

13.-
No olvido el audio. Su caso es más complejo, se resume en dos renglones: su calidad no puede fallar. Debe escucharse justo lo que se ve.