1.-
De entonces a la fecha, el mundo del video ha avanzado de forma extraordinaria. Cuando se lanzó la tecnología Alta Definición y llegaron a los almacenes las pantalla planas 16x9, el tema calidad empezó a colocarse en un segundo plano.

2.-
De forma más que precisa explicó el Ing. Jesús Díaz de Panasonic para la Revista Tele-mundo y el Semanario Pantalla de Canal100.com.mx, lo que estaban haciendo los ingenieros que dise-ñaban la nueva tecnología HD: "su objetivo ya no es convencer a nadie de la calidad utilizando instrumentos sofisticados de medición, lo que quieren es convencer a ojo porque saben que las imágenes obtenidas se acercan cada vez más a la realidad". Palabras sabias del Ing. Díaz.

3.-
Hoy, luego de muchas visci-situdes, el video finalmente se ubicó ya en el gusto del público y también de fotógrafos, directores, actores, actrices, directores de arte y productores. La duda sobre su calidad quedó atrás, ya no está a discusión. La genial tecnología digital incluso suma al día de hoy hasta fans que la defienden con pasión. Y no es para menos, las posibilidades que ofrece son fabulosas, ha eliminado la brecha entre los grandes productores de cine y los jóvenes que realizan videos y los suben sin costo de por medio a la red. Sí es verdad que la tecnología digital ha ayudado como nadie más a democratizar la producción de películas, documentales y videos.

4.-
Durante décadas, el film pasó todas las pruebas de calidad. Asombraron al mundo igual las películas de Chaplin en los veintes que los cielos contrastados de Gabriel Figueroa en los cuarentas. También las grandes producciones de Hollywood de los cincuentas y las películas de súper héroes de los setentas. Miles y miles de películas producidas en film lograron esa textura mágica que emocionó a millones y millones de espectadores. Siempre el film convenció.

5.-
En buena medida el film recibió siempre reconocimiento del público por su extraordinaria calidad de imagen y audio. El film ha pasado la prueba de fuego millones de veces: quien ve una película dentro de una sala oscura con la máxima concentración, de inmediato percibe cualquier error. Oscuridad, silencio y total orden en la sala son los grandes aliados del director de cine, pero también pueden ser sus grandes enemigos.

6.-
Todas las exigencias del cine las sabían quienes se lanzaron a diseñar y producir equipos de video que compitieran con el film. Miles de ingenieros se esmeraron durante las últimas dos décadas para perfeccionar cada uno de los avances digitales. Hoy pueden celebrar y además tienen la posibilidad de hacer una anuncio que la mayoría no esperaba: la sorpresa (que es también una buena noticia) es que la maravillosa y siempre asombrosa tecnología digital no ofrece una sóla calidad en pantalla, como sucedió por décadas con el film, en este caso las calidades de pantalla son múltiples y variadas. La calidad en el mundo digital depende de demasiados factores, tantos como se quiera.

7.-
Por supuesto, debo decir a los puristas que sin duda alguna en el film también se daban calidades, aunque se conseguían más por difierencias en el conocimiento de los cinefotógrafos y en la manipulación de los materiales en postproducción que por las posibilidades intrínsecas del film. Considero que el film ofrecía distintos tipos de textura y respuesta a la luz, nunca vi que se vendiera al mercado por niveles de calidad.

8.-
En cambio, la nueva y siempre renovada tecnología digital ofrece todo un abanico de calidades que deben ser tomadas muy en serio por productores y directores. El punto clave es definir en dónde piensan proyectar sus películas, cortos, documentales, series o programas de televisión.

9.-
Y para tomar la decisión de qué calidad seleccionar, ayuda también mucho ir al origen de la historia: si sabemos que el público que va a las salas de cine está acostumbrado a apreciar la calidad del film, entonces quien quiera producir una película digital está obligado a buscar la máxima calidad digital para que no se note diferencia con el film. Si el público reprueba la calidad, el factor distracción entrará en juego al instante.

10.-
Ya lo he apuntado aquí antes en muchas ocasiones: hoy en día la calidad en pantalla es parecer lo que se es, esto significa que si alguien paga su boleto en taquilla para ver una película lo que debe encontrar en pantalla es justamente una película con la calidad acostumbrada. Y aquí aclaro: una cosa es la calidad y otra muy distinta los juegos de texturas intencionales que el director decida para dar mayor dramatismo a la historia (que pueden conseguirse desde la captura o mediante un sofisticado trabajo de postproducción).

11.-
Si estamos de acuerdo en que calidad en el mundo del cine y la televisión es parecer lo que se es, entonces en el caso de las películas lo que más conviene es apostar por la máxima calidad posible. Mientras más calidad, mayores posibilidades de ganar más público. Si el film fijó el estándar, la tecnología digital no puede colocar su meta en un nivel más bajo.

12.-
Ante un mundo digital que ofrece múltiples calidades, los productores de cine tiene una máxima obligación antes de que se lancen a rodar una película: definir con qué cámara la van a realizar. En la captura inicial está en buena parte la calidad final. Así como antes el cinefotógrafo sugería el tipo de film para producir cada cinta, hoy debe definir qué cámara y qué calidad